Afortunadamente, apreciado lector, después de éste invierno que hemos tenido de lluvia, lluvia y más lluvia unida con el frío, ¡Por fin ya huele a Primavera! (Un poco tímida por el momento, para qué lo voy a negar). Las hojas del árbol Ailanto que asoma en mi ventana, ya comienzan a aparecer como brotes que piden paso a una nueva vida de tal forma que, cuando lleguen los fuertes calores del mes de Julio madrileño, su inmensa y tupida fronda cubrirá de un extremo a otro el largo de la terraza haciendo que el calor me resulte más llevadero; Durante el amanecer me transmitirá su fresco aroma a verde, y en la puesta del sol, también me hará disfrutar de los diferentes matices de verdes que formará el sol al reflejarse sobre sus hojastransmitiéndome una inmensa sensación especial de alegría y paz .
Sí, la vida está hecha de pequeños detalles, ya sean aromáticos como visuales o auditivos. Si me paro a observarlos con un poco de detenimiento, descubro un sinfín de bellezas que hasta ahora habían pasado totalmente desapercibidas. Hace algún tiempo, leí en un libro una frase que decía: “No esperes a disfrutar de las rosas del mañana, párate a contemplar las pequeñas flores que aparecen hoy en tu ventana”. –Y eso es lo que intento hacer cuando me acuerdo-.
Como la casa está excesivamente calurosa, me he decidido a abrir las ventanas y dejar que entre el aire fresco. Se nota que los jardines comienzan a estar en flor … Como anteriormente ha habido días de bastante viento, al llevarse éste la contaminación, puedo ver el cielo de un precioso azul intenso y una nitidez, que le da a todo una especial transparencia. Me encanta respirar el aire que entra. Percibo en él una mezcla de aroma de Romero que ya ha comenzado a florecer y que se encuentra a una pequeña distancia formando una masa de arbustos inmensa, así como de un pequeño árbol de lilas que está justo debajo, y el fino aroma de un cerezo que está a punto de perder todas sus flores …Por deformación profesional, en cuanto huelo algo que me gusta pienso en si lo tenemos ya como ambientador Mikado o aceite esencial ambientador. María, mi socia, y yo, nos ponemos lo más posible en el lugar de las personas, e Intentamos tener aromas que gusten mucho y que sean lo más naturales posibles. Para serte sincera, a veces temo exagerar un poco en mi exigencia, pero es una pasión por la que merece la pena trabajar y crear.
Mientras estoy en la ventana, de repente, también oigo los gritos alegres de dos niños muy pequeños que corren contentos con sus triciclos porque van a salir al parque con su madre. Es graciosísimo verles correr “locos de contentos” junto a su perro, un cachorro de pastor alemán que la madre de los niños tiene agarrado de su correa y que también se ha contagiado de la alegría de ir al parque. Cientos de pájaros de diferentes especies siguen cantando y piando como si no fuera con ellos, y es toda una belleza poder disfrutar de todo ello en un día de Viernes sin tener siquiera que salir de casa …
El sol calienta cada vez con más fuerza, y, me tengo que retirar de la ventana para no “morirme de calor”. Ya no es ese “sol de candil” que ha brillado todo el invierno … Me recuerda un poco al que hacía en Febrero de hace algunos años, cuando estuve viviendo en la Isla de Malta, que brillaba con una fuerza tal para ser Febrero que me dejaba maravillada …
Doy unos pasos por la casa, y me siento en una butaca pequeñita que está junto a un ventanal que normalmente tiene las cortinas corridas para que entre la luz. En los balcones de las casas que hay cerca ya lucen con vida las jardineras con pensamientos de alegres colores unas, y con geranios rosas intensos otras. En un artículo leí que tener geranios en la ventana e inhalar el aroma de sus flores cada día ayuda mucho a estimular el ánimo pues nos hace romper la rutina con la recompensa de disfrutar de su especial aroma cuando florecen. También veo unos tiestos repletos de ciclámenes rojos con muchísimas hojas que a menudo veo regar a su dueña, una señora de cierta edad que se la ve disfrutar cuando sale a regarlos, ya sea durante el invierno, que no están todavía en flor, en Primavera, que están florecidos, como en el comienzo de la mañana durante el verano, que ya no tienen ni hojas.
¡Y es que la Primavera es una explosión de vida y de alegría! -(excepto para los que tienen alergia, que lo siento mucho por lo mal que se sienten )-. Los matices de los aromas y los colores iluminados por el sol, unidos al concierto de innumerables pájaros piando son tantos y tan hermosos que, te puedes pasar horas enteras contemplándolos ¿verdad?
¡Ya huele a primavera! Espero te haya gustado éste sencillo texto que seguro la habrás experimentado tú también alguna vez. Si te ha gustado, te invito a compartirlo con tus amigos a través de las redes sociales. También te animo si lo deseas, a dejar a algún comentario o consulta, ya que seguro te responderé. Te he puesto a la derecha también un apartado “Rss Entradas” por si deseas recibir las nuevas entradas de forma automática.
Fuente de la fotografía de la entrada: Madrid-recondito.blogsppot. com
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