Aquí estoy de nuevo, apreciado amigo y lector, tras 2 meses sin escribir debido a que he estado de vacaciones sin tener casi ni ordenador, deseando seguir contándote más cosas acerca de por qué nuestro olfato y nuestra memoria están muy unidos. ¡Deseo y espero te resulte realmente interesante!
Seguramente habrás experimentado cómo el mismo aroma vivido cuando eras pequeño te produce una reacción diferente que a tu hermano, que percibió en vuestra infancia el mismo aroma, ¿Es así? La explicación es debida a que por razones en parte genéticas, nuestra sensibilidad olfativa puede ser absolutamente diferente.
Sin embargo, cada vez son más los comerciantes que han descubierto que ciertos aromas desencadenan en una amplia masa de gente una emoción positiva vinculada a experiencias positivas de su pasado: Un ejemplo es el aroma de coco, que sin darnos cuenta nos trae a la memoria aquel maravilloso y positivamente realzado recuerdo de nuestra infancia en la playa, mientras nuestra mami nos aplicaba la crema para evitar que nos quemáramos. Algunos hoteles están ambientando de forma sutil algunas zonas con ese mismo aroma, para tratar así de garantizar que volvamos.
En Las Vegas, (Estados Unidos), decidieron ambientar de forma estratégica una máquina de Jackpot con aroma de coco, y obtuvieron un 45% más de ventas.
¿Sabías que en una encuesta realizada, uno de los olores favoritos era el olor a gasolina? Los participantes reconocieron que el olor de la gasolina les desencadenaba la emoción positiva que sentían cuando salían de vacaciones y paraban al comienzo del trayecto a llenar el depósito.
¿Cuándo comenzamos a formar nuestra memoria olfativa? Está experimentado que hay personas que comenzaron a formarla ya antes de su venida al mundo mientras están en el vientre de su madre. Si acabas de tener un bebé, prueba impregnar el ambiente con aquellos olores con los que estuviste en contacto mientras estuviste embarazada y te gustaban … Es muy probable que no sea casualidad que le notes más “tranquilito y feliz”…
Por otra parte, si un niño, mientras está en periodo de gestación, es expuesto a un ambiente con olor a tabaco o a determinados olores fuertes o especiados, cuando ya ha nacido se ha observado que éstos aromas le llaman menos la atención que a otro de la misma cultura y raza y que no estuvo expuesto. Esta clase de olores le llegan a resultar incluso placenteros.
Nuestra memoria olfativa también puede jugar un papel de auto-defensa: A veces, sin darnos cuenta, ante determinados olores desconocidos nos apartamos … Nuestro bulbo olfatorio distingue el olor del gas, por ejemplo, con tal rapidez que activa de forma inconsciente un mecanismo de defensa, haciendo que busquemos la forma de taparnos la nariz…
Como no deseo abrumarte con datos y datos relacionados con el por qué el olfato y la memoria están muy unidos, ya me despido por hoy. ¿Te ha gustado? Entonces te animo a compartirlo con tus amigos a través de las Redes Sociales. ¿Te gustaría dejarme algún comentario o hacerme alguna pregunta? ¡Seguro te respondo! Si deseas recibir los artículos directamente en la bandeja de entrada de tu correo electrónico, te he puesto un apartado a la derecha para que te puedas suscribir. ¡Un saludo y hasta pronto!
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Fuentes de la información: Arshamian A, Iannilli E, Gerber JC, Willander J, Persson J, Seo H-S, Hummel T, & Larsson M. The functional neuroanatomy of odor evoked autobiographical memories cued by odors and words. Neuropsychologia 51 (2013), 123-131. Herz RS, Eliassen J, Beland S, & Souza T. Neuroimaging evidence for the emotional potency of odor-evoked memory. Neuropsychologia 42 (2004), 371-378.
Astrid says
La verdad es que nunca me había planteado las cosas desde ese punto de vista! Gracias por compartirlo Vega