Cuántas veces, al llegar a casa, te sientas en el primer sillón que encuentras lo más cerca de la puerta, y dices ¡Qué cansancio tengo! ¡Por fin me siento! Hoy deseo hablarte de una de las plantas aromáticas que considero favoritas, sobre todo por su capacidad para aliviar nuestro cuerpo y nuestra mente del cansancio: La Lavanda.
¿Sabías que ya los Romanos,- grandes conocedores de remedios naturales-, ya hacían uso de su aroma por sus cualidades relajante? ¡Pues sí! Con bastante destreza, lograban obtener el aceite esencial, y lo usaban entre otras formas vertiéndolo sobre el agua humeante para que cuando se sumergieran en el agua, su aroma y sus propiedades se impregnaran en los sentidos, incluyendo en los poros de su piel, logrando potenciar su efecto relajante y renovador, aliviando así el cansancio, en ocasiones después de varios días de guerra …
¿Cómo puedes hacer uso de su aroma? Una forma que se me ocurre, es a través de una vela aromática de Lavanda. Imagínate en uno de esos Domingos en los que estás en casa, tranquilamente sentado ( o sentada), o tumbado en el sofá, y mientras ojeas una revista o lees un libro sin pensar en grandes cosas, colocas una vela con su soporte en esa mesita que tienes cerca y la enciendes … Sentir su aroma y recargar pilas para la semana que entra, es todo uno …
Otra forma de disfrutarlo, es mediante un ambientador de varillas. Contradiciendo la opinión de algunos decoradores, personalmente creo que quizá no sea la mejor elección que toda la casa huela a lo mismo, ya corres el certero riesgo de que tu olfato se acostumbre y deje de percibirlo por intenso que sea, (como le ha ocurrido al portero de la casa donde vivo después de colocar varias veces el mismo Mikado de Frutos Rojos en el portal). Lo puedes poner, por ejemplo, en el salón, o en esa habitación donde te guste sentirte particularmente a gusto. Al principio del día, después de ventilar, le puedes dar la vuelta a las varillas y dejas que el espacio se llene de las moléculas de su aroma. Otra opción es darle la vuelta por la noche cuando vayas a entrar, para que así el aroma sea más intenso (si lo prefieres). Por sus cualidades relajantes, sus efectos se dejarán sentir en tí… Seguro.
Se me ocurre otra forma, y es tomando un poco de algodón, y vertiendo unas gotitas de aceite esencial, (la cantidad la elijes tú), y después introduces el algodón en una bolsita de thul, o de seda, o alguna que tenga porosidad. De vez en cuando la abres y respiras para percibir su aroma … Resulta de lo más agradable, tanto para la descongestionar la mente, si tienes un poco de pesadez de cabeza, como para lograr que te sientas mejor. También lo puedes poner junto a la almohada cuando vayas a dormir … Verás cómo funciona …
Aquí en España, que a partir de la Primavera la Lavanda brota de forma espontánea por las distintas sierras, es una gozada cortar unas ramas y cuando estás en casa desprendes con las manos la parte de la flor introduciéndola en un recipiente. Si no lo has probado, te lo recomiendo, ya que es de lo más agradable dejar el bote de cristal abierto y acercar la nariz respirando profundo … A mí se me ocurrió abrirlo y dejarlo en la repisa de un armario de ropa blanca hace ya 3 años … ¡Todavía huele! Si por la razón que sea, ves que ha desaparecido el olor, (Dependiendo de la zona donde haya crecido, su aroma perdurará más o menos), puedes verter unas gotas de agua mezcladas con un poco de alcohol, y verás cómo lo vuelves a sentir.
Te podría contar muchísimas más cosas acerca de la capacidad de la Lavanda para aliviar el cansancio … Pero como temo que te pueda saturar y que al final abandones la lectura antes de terminarla, concluyo aquí. Si te ha gustado, te animo a compartirlo con tus amigos a través de las Redes Sociales. ¿Te apetece dejar algún comentario o hacerme alguna sugerencia o consulta? ¡Genial! ¡Seguro te respondo! Te ha puesto un apartado en la parte derecha, por si deseas recibir las entradas en la bandeja de entrada de tu correo electrónico. ¡Un abrazo, apreciado lector, (o lectura), y hasta la próxima entrada!
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