Qué largos eran los veranos cuando éramos pequeños, ¿a que sí? . Me maravillo de sólo pensar, cómo se ha encargado nuestra memoria de darles ese toque dulce que nos proporciona recuerdos tan felices… Una vez que somos más mayores, aunque tengamos que soportar temperaturas tremendas … El verano lo asociamos con el disfrute … Cada cosa que hacemos, posee olores especiales que lo hacen único y fantástico … y por ello yo me pregunto, ¿A qué huele el verano?
¿A que es una gozada cuando te levantas más o menos temprano, y abres las ventanas para que corra el aire fresco con olor a vida dándote en el cuerpo y en la cara?
El verano, ¡También huele a comida estupenda! Para mí, preparar comida para pasar un día fuera, ya sea en un pinar, como en la piscina, o en la playa … Aunque me tenga que levantar dos horas antes de la cama para hacerlo … ¡Me da la vida! Esa tortilla de patata con un poquito de cebolla que huele “que alimenta” y que con tanta ilusión colocas en el plato para que no se mueva … Ese gazpacho en su punto de sal y de vinagre, -como a ti te gusta- … La ensalada campera … Esos tiernos filetes tan bien empanados, que se quedan tan blanditos cuando los colocas dentro del pan que has impregnado antes con la mayonesa y que tiene ese olor tan rico … ¿Y dónde me dejas los sándwiches preparaditos con pan blandito rellenos de vegetal? Para compensar un poco el exceso … hablando de la fruta, la ensalada de sandía tiene un olor tan apetecible que … ¡Dan ganas de comerse toda la fuente! Y hablando de bebidas, sólo acercarte un vaso con un poco de sangría a la nariz con ese suave aroma de vino con un poco de naranja y un toque de canela … ¿A que entran ganas de tomarse la jarra entera?
Para mí el verano, también huele a césped: En esos momentos en los que estás en la piscina, y después de bañarte colocas la toalla para tumbarte sobre el césped después de bañarte … ¡Qué fresco, y qué bien huele a verde!
Me acuerdo que, un amigo que vivía en Sudáfrica me contó que el día de Navidad lo celebraban con una barbacoa en familia. Nunca había reparado en que, al estar en el hemisferio sur, las estaciones se invertían en los meses, de tal manera que la Navidad caía en la estación del verano. Tiene que ser una experiencia única para nosotros, que no estamos acostumbrados, pasar la Noche Buena en familia preguntando si ponemos el aire acondicionado, o, si abrimos más o menos las ventanas, ¿A que sí?
El verano también huele a crema. No podré olvidar aunque quiera, el olor que traía la crema After Sun que me aplicaba mi madre por la noche sobre los hombros, después de haberme pasado el día en la playa dentro del agua … Seguro que a ti también te recordará a la crema para el sol. ¿Te acuerdas de la crema de coco tan típica para tomar el sol? Yo sí, y cuando percibo el olor del coco, sin querer, lo asocio a verano …
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