A lo mejor, -apostaría que también te ha pasado también a ti-, cuando entras en un cierto lugar, el olor de ese sitio hace que o bien te sientas francamente mal, o que te haga estar tan a gusto que para salir de allí tengan casi que desclavarte del suelo … ¿A que sí? Hoy deseo tratar de responder contigo a esa pregunta que a lo mejor te has hecho alguna vez ¿Por qué un cierto olor hace que me sienta feliz?
¿Y qué tiene que ver el olor con tu estado de ánimo? ¡Puede influir mucho!
Cuando percibes un determinado aroma, antes de procesarlo tu mente de forma racional, pasa por la parte de tu cerebro que se encarga de percibir las emociones haciendo que te sientas feliz, o que te traiga emociones tristes incluso depresivas … ¿Te apetece conocer el por qué? Aquí te lo comento:
¿Sabías que en nuestro sentido del olfato, o sea, nuestra nariz, tiene entre 20 y 30 millones de células olfativas que en su extremo delantero poseen una pequeña cabeza con unos 20 filamentos sensoriales llamados “Cílios”? La mucosidad nasal, que es bastante acuosa, transporta las moléculas del aroma de un perfume, por ejemplo, a los cilios, y éstos se encargan de transformar las señales químicas de los diferentes aromas en respuestas eléctricas.
Mediante unos minúsculos orificios que tenemos en el cráneo, las prolongaciones nerviosas de las células olfativas consiguen alcanzar el bulbo olfativo, que se encuentra en la parte anterior del cerebro y que se encarga de percibir los olores.
Esas prolongaciones nerviosas tienen su terminación en los glomérulos, -pequeñas terminaciones de células olfativas en forma esférica- donde se procesan las señales aromáticas que más tarde son conducidas por células receptoras especiales.

Como ves en el dibujo, la información de ese aroma que reina en el ambiente, llega primero al sistema Límbico y al Hipotálamo, los cuales son los responsables de nuestras emociones, sentimientos, e impulsos emocionales. En el también están almacenados los recuerdos y controlan la liberación de ciertas hormonas. Por ello, un cierto olor como por ejemplo el del perfume que usaba tu madre cuando eras pequeño, tiene una capacidad tremenda de influir en tu estado de ánimo, en tus emociones, o incluso en tu comportamiento. Sólo una pequeña parte de ese olor llega más tarde a la corteza cerebral de tu cerebro, el cual procesa de forma racional la información.
Cada vez son más las marcas comerciales que se valen de nuestra percepción olfativa para influir en nuestro inconsciente y así hacer que un cierto aroma te haga sentir a gusto, y por tanto compres ese producto, o alquiles esa casa, o contrates ese servicio tan caro …
Espero te haya servido lo que te comento respecto a por qué un cierto olor, ya sea bueno o malo, puede hacer que te sientas feliz o infeliz. Si te ha gustado, te animo a poner el «me gusta» o a compartirlo con tus amigos. ¿Deseas dejarme alguna consulta o hacerme algún comentario? ¡Genial! Y si te gustaría recibir las entradas directamente en tu correo electrónico, te he puesto un apartado a la derecha para que te inscribas. ¡Un abrazo y hasta pronto!
¿Te gustaría conocer para quién colaboro? Pulsa aquí