Hablar de la belleza de los aromas es hablar de la Provenza: Visitar esa zona de Francia fue todo un canto para mis sentidos. Cuando llegué allí por primera vez, en la época de los primeros calores veraniegos, no tendría palabras para expresarte, amigo lector, el impacto que me supuso encontrarme con aquellas inmensas extensiones de Lavanda azul y malva… Ir por la carretera y ver cómo la lavanda ha crecido de forma espontánea por las montañas y las vertientes de los valles, ¡Resulta un espectáculo difícil de igualar!
Cuando hablo de los aromas de la Provenza hablo también de aquellas hierbas que crecen por toda su región y emanan su fresco y bellísimo olor al pasear por los pequeños caminos que recorren la zona. Efectivamente, perderse por sus caminos es … perderse por el Paraiso … Según soplan los vientos dependiendo desde donde provengan, puedo oler a tomillo, o a romero, a mejorana, o a estragón, a albahaca, a salvia, … Evidentemente también a Lavanda. Entendí rápidamente, por qué en nuestra cocina mediterránea tenemos tanta costumbre de usar las tan famosas “Hierbas de la Provenza”.
Si te apasiona el mundo de los aromas y la aromaterapia, te recomiendo ir allí alguna vez en tu vida: Entiendes perfectamente el por qué a su afición por la fabricación de perfumes y esencias para perfumes. A medida que he ido recorriendo la zona, he comprendido a la perfección por qué a la región de Grasse se le considera la capital del perfume …
En Grasse, todo es una belleza cuidadosamente armonizada: Ya desde el amanecer, cuando el sol asoma con sus tonos naranjas-amarillentos, éste logra incrementar la belleza de los numerosos balcones de la ciudad, los cuales están repletos de flores con vivos colores formando unas composiciones de las que es difícil saber cual de todas es la más bella. Te apetece fotografiarlo todo: Cada rincón, cada ramito de campanillas y azucenas cuidadosamente puestas, cada una de las calles, que están formadas con sus serpenteantes subidas con bajadas como si éstas fueran un decorado para una película, cada detalle de las fachadas, cada conjunto de macetitas bellísimamente armonizadas, … Todo ello siempre aderezado del maravilloso y fresco aroma de diferentes flores recién regadas que se encuentran en los campos de flores cultivados en la región para la fabricación de los perfumes de los que más adelante te hablaré. En cuanto te descuidas, te das cuenta de que has fotografiado tanto que, ¡Se te ha agotado la batería de la cámara! Afortunadamente, como vas preparada para ello, colocas la que llevas de repuesto. (¡Menos mal!)
Lo más importante de Grasse, evidentemente, es su Museo Internacional del Perfume que fue creado en 1.989. Sus tres plantas, llenas de mágicos aromas están perfectamente organizadas. Pero la planta que más me gustó no fue la primera, en la que puedes ver los utensilios que se han ido usando para la fabricación de perfumes y el modo actual con que se fabrican, ni la segunda, en la que ves por ejemplo, el Chanel Nº 5 que perteneció a Marilyn Monroe, sino la tercera: Una auténtica recreación para los sentidos incluidos el tacto, ya que contiene un invernadero lleno de vainilla, vetiver, jazmines, rosas, Ylang Ylang y otras más. Sus fascinantes aromas, ¡Todavía los recuerdo!
Siento que al salir, mi piel huele a perfume, así como el pelo y la ropa.
Algo debe de tener ésta región, pero lo que sé es, que desde que llegué siento que una especial sensación de tranquilidad ha ido llenando mi espíritu. La prisa tan típica de las personas que vivimos inmersas en una gran ciudad como Madrid me ha desaparecido. Es aromaterapia en estado puro.
Como te he contado, en los campos de ésta región se cultivan diferentes tipos de flores, de las que se extrae la maravillosa esencia tanto para los perfumes, como para los jabones (El jabón de Marsella es originario de ésta zona), y los ambientadores Mikado. En éstos campos se cultiva el jazmín, la rosa, el azahar, el clavel, el nardo, la violeta, el Lys, y el Iris, que junto con la Lavanda son el símbolo de la Provenza.
Tanto me maravilló el conjunto de los aromas, que decidí proponer a mi socia María, la creación de un ambientador tipo Mikado de Flores de Provenza. Cuando lo huelo, me vuelven a la memoria aquellos recuerdos tan maravillosos de mi estancia en aquel lugar.Estoy realmente contenta de haberlo ideado, para serte franca.
Cuando viajo a algún lugar con flores preciosas, me encanta coger algunas florecitas e introducirlas en las hojas de un cuaderno para así poderlas llevar a Madrid. De esa manera, las guardo después en las hojas de libros, y al abrirlos, me traen recuerdos espontáneos del maravilloso lugar donde estuve.
Los aromas de la Provenza son también el aroma de sus viñedos cuando sus uvas han madurado en el mes de Septiembre y desprenden un intenso aroma. Es todo un espectáculo para la vista, el olfato y el oido poder pasear cerca de las viñas y disfrutar del agradable aroma de las uvas con el sonido de los insectos de fondo …
Me alegro mucho de haber podido compartir contigo mi maravillosa experiencia. Si te ha gustado, te invito a compartirlo con tus amigos a través de las redes sociales. También te animo si lo deseas, a dejar a algún comentario o consulta, ya que seguro te responderé. Te he puesto a la derecha también un apartado “Rss Entradas” por si deseas recibir las nuevas entradas de forma automática.
Merece totalmente la pena visitar en algún momento del verano ésta zona tan bella como es la Provenza, para poder saborear cada uno de sus rincones dejándote impregnar por la sensual hermosura de cada uno de sus aromas.