Aquí estoy de nuevo, apreciado lector, (o lectora), para compartir contigo ésta cuarta entrada en relación a los aromas y las experiencias positivas. Confieso que me ha costado un poco seleccionar los testimonios que más te puedan gustar, por ello, he puesto todo el alma con los relatos de hoy, esperando que te vuelvan a resultar útiles y por tanto a encantar.
A continuación, deseo contarte la expe- riencia que me contó Ana, que vive en Madrid. ¡Espero te guste!
“Trabajo en un una oficina de atención al público ubicada del centro de Madrid, en la que recibimos a cientos de personas cada día que hacen inmensas colas para emitir quejas y reclamaciones por problemas con los servicios que han contratado con nuestra compañía. No es extraño ver a clientes enfadados levantando el tono de forma agresiva. Aunque no comparto su actitud, les comprendo, pues a veces los problemas les causan grandes trastornos. En una ocasión, cuando entré en una oficina de una compañía de seguros para tramitar un parte por un golpe en el coche, percibí que al entrar en la sala olía a rosas. Aunque (por ignorancia) siempre he asociado el olor a rosas con gente de la tercera edad, aquel olor me hizo sentir tan bien que se me ocurrió la idea de colocar un buen ambientador en mi zona de trabajo. Así hice al cabo de unos días: Puse un ambientador Mikado encima de una estantería cerca de la corriente de aire caliente que formaba la salida de aire de la calefacción. Al cabo nada empezó a oler tan bien, que las personas que se acercaban a que les atendiera exclamaban lo bien que olía, e incluso me preguntaban dónde lo podían conseguir. El hecho de comentar lo bien que olía, creaba un tema de conversación, de tal manera que el ambiente perdía tensión … haciendo que las esperas se les hicieran menos largas y el tono agresivo de las quejas disminuyera”
¿A que es alentador?
Seguro te encantará conocer ésta historia que me ha comentado Pepe, también de Madrid, que es el portero de una Comunidad de vecinos:
“Llevo cerca de un año como portero en una comunidad de 72 vecinos compuesta por personas de todas las edades. Muchos de ellos están tan en sus temas, de tal manera que al pasar a mi lado no se acuerdan ni de dar los buenos días, cosa que comprendo por lo muy atareados que están en su mente. Reconozco que a veces me siento como parte del mobiliario, más que como una persona. Como el portal a veces huele “un poco «raro” y en invierno no puedo tenerlo todo el tiempo abierto ya que «me quedo helado». Un día, para mejorar el olor, me decidí a colocar un Mikado de frutos rojos, que es el que a mí más me gusta. Cuando se abre la puerta de la calle forma una corrientita con el aire que entra, y todo se llena de un olor “riquísimo”. ¿A qué huele? Me preguntan muchos nada más olerlo. Y les señalo el Mikado que está en un pollete que hay en la parte superior de la portería. “¡Pues me encanta! “ Me responden con una sonrisa. Hace 4 meses que lo he colocado, y desde entonces, tengo la sensación de que muchos de ellos cambian la cara al entrar o cuando salen y se les ve mejor. A veces, las personas que estamos sirviendo de cara al público nos esforzamos por hacer las cosas lo mejor que sabemos y tratar de dar gusto a todos (cosa que no es posible). Lo que puedo decir es que nunca sospeché que “un olorcito a rico” pudiera hacerles más amables que si les subiera las compras del coche 20 veces”
Espero que te haya gustado ésta entrada relacionada con la cuarta entrega sobre los aromas y las experiencias positivas. Si te ha servido, te animo a compartirlo con tus amigos a través de las Redes Sociales. También te he puesto un apartado “RSS” por si te apetecería recibir las entradas de forma automática. Y si deseas dejar un comentario o hacerme alguna consulta, te animo a escribirlo, pues ¡Seguro te respondo!. ¿Tienes alguna experiencia relacionada con el mundo de los aromas que deseas compartir? Si me escribes (info@amarettahome.com), no sábes cuánto me alegrará conocerla. ¡Un abrazo y hasta la semana que viene!
¡Lindos de veras sus testimonios!
¡Me ha encantado! Me he aficionado tanto a leer sus artículos que estoy deseando leer el próximo. ¡Gracias por compartir y enhorabuena!